Bowlby define al apego como cualquier forma de conducta que tiene como resultado el logro o la conservación de otro individuo identificado y concebido como mejor capacitado para enfrentar al mundo. El sistema de apego forma parte de una serie de sistemas conductuales de vinculación que incluyen la exploración, cuidado y apareamiento sexual diseñado para asegurar la supervivencia y procreación. Por lo tanto, es más probable que el niño busque la proximidad del cuidador cuando perciba un peligro en su entorno. La búsqueda de proximidad, la base segura y el refugio seguro son los tres rasgos definitorios y las tres funciones de una relación de apego. El llanto o la sonrisa del niño modifican a través del contagio emocional, las respuestas afectivas y emocionales de sus cuidadores. El estrés del niño genera en sus cuidadoresla motivación para actuar antes de que se provoque un evento estresante. Estos lazos emocionales son la base de la empatía en la relación diádica madre/padre-hijo y pueden servir para generar empatía en otros y conseguir ayuda de otros individuos que están por fuera de la díada
En este sentido, el contexto familiar es considerado un factor de gran influencia sobre el desarrollo de comportamientos ajustados o desajustados en la adolescencia. La familia representa uno de los núcleos determinantes en el desarrollo cognitivo, personal, emocional y socioafectivo de sus hijos, al proporcionarle todas las señales iniciales, como, por ejemplo, si es amado o no, aceptado o rechazado hasta que ingresa en la vida escolar.
Ciertas prácticas prototípicas de los padres combinadas dan lugar a una serie de estilos de crianza. Entre estos comportamientos se incluyen: la aceptación, el control y el respetopor la individualidad.
La aceptación implica compromiso y afecto. Los padres aceptantes se caracterizan por mantener una actitud cálida y sensible a las necesidades de sus hijos.
En el siguiente enlace (pincha en la imagen) te dejo una guía donde podrás encontrar de forma más detallada cómo funciona el apego, así como indicaciones para poder establecer un vínculo de apego seguro, que genere un sistema de protección frente a dificultades emocionales a lo largo de la vida a tu hijo y/o hija.